Gran cantidad de personas así sea que estén acostumbradas a ello o no, han requerido en algún momento de su vida el servicio de mudanzas. También conocidas como trasteos, traslados, acarreos entre otros nombres, las mudanzas tienen todo tipo de modalidades, precios y estilos que se ajustan a las necesidades del cliente. Tal vez la clase de mudanza más conocida entre nosotros sea la del traspaso de inmuebles, enseres y demás de un hogar a otro, ya sea porque la persona o personas necesitadas del servicio vivan de arriendo en cualquiera de los sitios disponibles para ello (casa, habitación, aparta estudio, apartamento, etc.) o bien hayan adquirido un espacio propio.
En esta categoría las mudanzas pueden ser de gran, mediano o pequeño calado. Por calado se entiende la cantidad de objetos a pasar de un sitio a otro junto a la disponibilidad del transporte empleado para la operación, el cual puede tratarse de un automóvil particular o incluso motocicleta, hasta los grandes camiones con contenedores de cierto tamaño aptos para servicios muy particulares. Cuando se habla de disponibilidad del transporte, se hace alusión al número de viajes que en total podría requerir una mudanza como tal y esto puede influir poca o considerablemente en el precio del servicio.
Otras mudanzas existentes son las de cambio de un local a otro. Esto ya es de una necesidad netamente comercial en la que por supuesto se pretende la continuación de una prestación específica de servicios en una dirección
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